"No podía oír su voz o sentir su tacto, pero su luz y su calor ardían en cada rincón de aquella casa y yo, co la fe de los que todavía puedem contar sus años com los dedos de las manos, creía que si cerrava los ojos y le hablaba, ella podría oírme desde onde estuviesse."
Carlos Ruiz Zafon
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